El mercado cambiario argentino experimentó una jornada de alta tensión este miércoles, al registrarse una significativa presión sobre el dólar mayorista que lo llevó a tocar el techo de la banda de flotación establecida por el Banco Central (BCRA). La situación forzó a la autoridad monetaria a intervenir por primera vez en semanas, vendiendo 53 millones de dólares para contener la cotización y evitar una escalada descontrolada que podría afectar las expectativas de inflación.
La operación de venta de reservas se produjo cuando la divisa alcanzó el límite superior de la banda cambiaria, un mecanismo implementado para controlar la volatilidad del tipo de cambio. La decisión del BCRA de intervenir en el mercado es una señal clara de su compromiso por defender el valor del peso y mantener el esquema de “crawling peg”, en el que el tipo de cambio avanza a un ritmo predeterminado. La cifra de la intervención, aunque moderada, es un indicativo del nivel de nerviosismo que se vive en el sector financiero.
Expertos del mercado señalan que la presión sobre el dólar no es un hecho aislado, sino que responde a una combinación de factores. Entre ellos, se encuentran las crecientes expectativas de inflación para el último trimestre, la persistente falta de confianza en la estabilidad económica y la estacionalidad de la demanda de divisas por parte de importadores y empresas. La dinámica refleja la fragilidad de un sistema que depende de una constante vigilancia y de la capacidad del banco central para proveer divisas.
La situación también pone de manifiesto la delicada posición de las reservas internacionales del país, que, a pesar de los esfuerzos del gobierno por recomponerlas, siguen siendo un punto de vulnerabilidad. Cada venta de dólares por parte del BCRA reduce su capacidad de maniobra a futuro y genera interrogantes sobre la sostenibilidad de la política cambiaria si la presión se intensifica en los próximos días. La atención de analistas y agentes del mercado ahora se centra en si la intervención de hoy será suficiente o si se requerirán nuevas medidas.
El hecho también tiene un impacto directo en otros mercados, como el del dólar libre (blue), el dólar Bolsa (MEP) y el Contado con Liquidación (CCL). Si bien estos mercados operan por fuera del control oficial, la percepción de debilidad en el tipo de cambio oficial suele generar una suba paralela en las cotizaciones libres, ampliando la brecha cambiaria y encareciendo el acceso a la divisa para empresas e individuos.
El desenlace de la jornada cambiaria de hoy es un recordatorio de que la estabilidad del dólar en Argentina es un reflejo de las expectativas económicas. Si bien la intervención del Banco Central fue efectiva para contener la suba en el corto plazo, el desafío a largo plazo es generar la confianza necesaria para que el mercado funcione sin necesidad de constantes inyecciones de divisas, un objetivo que solo se logrará con un plan económico consistente y sostenible en el tiempo.
