La Junta Electoral de la provincia de Buenos Aires celebró una audiencia crucial para evaluar el pedido de La Libertad Avanza (LLA) de reimprimir la boleta única electoral (BUP) tras la renuncia del candidato a diputado José Luis Espert, y la intención de la alianza de que Diego Santilli encabece la nómina. El debate puso en alerta a todo el sistema político por las implicancias logísticas y económicas, dado que el juez federal Alejo Ramos Padilla advirtió que el proceso de impresión requiere, al menos, quince días, un plazo que comprometería la fecha de las elecciones generales del 26 de octubre.
El eje central de la controversia, que se desarrolló en el Juzgado Federal de La Plata, se centró en la colisión entre el derecho de la fuerza política a modificar su propuesta y la integridad del cronograma electoral. Ramos Padilla fue categórico al señalar que la prioridad es garantizar que los catorce millones de votantes bonaerenses encuentren el instrumento de sufragio correcto, una tarea que se vería afectada por cualquier retraso operativo.
El Choque Político y Presupuestario
La oposición, encabezada por los apoderados de Fuerza Patria, rechazó la reimpresión. Su representante, Eduardo López Wesselhoefft, argumentó que la decisión de reimprimir, más allá de la buena voluntad, compromete el orden público electoral y podría derivar en un acto electoral “apurado” y sin garantías. La mayoría de los partidos que intervinieron en la audiencia coincidieron en que el costo y el riesgo logístico son demasiado altos a pocas semanas de los comicios.
Por su parte, LLA ratificó su pedido, asegurando estar en condiciones de afrontar el gasto, estimado en más de $12.169 millones según un informe oficial del Ministerio del Interior. No obstante, esta oferta fue desestimada por el juez al tratarse de un gasto que, por ley, debe ser afrontado por el Estado. El ministro del Interior, Lisandro Catalán, confirmó ante la Junta que los créditos presupuestarios necesarios están disponibles, mitigando el argumento del costo, pero no el de los plazos.
El factor tiempo es el más determinante. Aun si la Junta Electoral, que definirá entre hoy y mañana, fallara a favor de la reimpresión, se espera una apelación inmediata ante la Cámara Nacional Electoral por la parte perdedora. Este proceso judicial adicional volvería aún más exiguos los tiempos para la producción y distribución de los millones de boletas y talonarios en toda la provincia de Buenos Aires.
La decisión final de la Justicia Electoral sentará un precedente crucial sobre los límites temporales de las modificaciones de candidaturas en un sistema de votación complejo. Si se autoriza la reimpresión, se validaría el derecho de la alianza a presentar su nueva figura; si se rechaza, el Gobierno deberá enfocarse en lograr el corrimiento formal de la lista ante la Cámara para que Santilli sea reconocido como cabeza de lista, aunque su rostro no figure en las papeletas ya impresas.
