El grupo terrorista Hamás entregó este lunes a los últimos 20 rehenes israelíes que mantenía con vida en Gaza, culminando la primera fase de un acuerdo de alto el fuego que pone fin a 738 días de secuestro tras el brutal ataque del 7 de octubre de 2023. El retorno de los cautivos, que incluyó a ciudadanos con doble nacionalidad como los argentinos David y Ariel Cunio y Eitan Horn, desató una euforia contenida en Israel, marcando un hito humanitario y político de profunda significación para la región.
El proceso se llevó a cabo a través de puntos de transferencia coordinados en la Franja de Gaza, donde representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) recibieron a los rehenes para su posterior traslado a territorio israelí mediante unidades especiales del ejército. Según fuentes oficiales israelíes, los liberados están siendo evaluados de inmediato en hospitales como el Sheba o el Ichilov, donde se reencontrarán con sus familiares, que esperaron este momento por más de dos años. El proceso de entrega se dividió en dos etapas, garantizando la logística y seguridad del operativo.
Este intercambio se enmarca en un acuerdo más amplio, negociado con la crucial mediación de Estados Unidos, que incluye la retirada progresiva de las tropas israelíes de territorio palestino y la liberación de 250 prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua, además de 1.700 gazatíes detenidos post-ataque del 7 de octubre de 2023. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había advertido días antes que Hamás solo había aceptado la liberación al “sentir la espada sobre su cuello”, una retórica que subraya la tensión política subyacente al pacto.
Entre los liberados se encuentran historias de gran resonancia, como la de los hermanos Cunio, secuestrados en el Kibutz Nir Oz. Las hijas mellizas de David, Yuli y Emma, junto a su esposa Sharon, ya habían sido liberadas en una tregua anterior, así como la novia de Ariel, Arbel Yehud. La familia Cunio, de origen argentino, reside en Israel desde 1986 y su caso ha sido un emblema del drama de los rehenes internacionales. La liberación también incluyó a Eitan Horn, cuyo hermano Iair fue excarcelado en febrero, simbolizando la reunificación de familias rotas por el conflicto.
El acuerdo, si bien celebra el regreso de los rehenes vivos, aún contempla la entrega de los cuerpos de los 28 cautivos que fallecieron en Gaza, entre ellos, el del argentino Lior Rudaeff. El jefe del Estado Mayor de Israel ha aprobado protocolos diferenciados para la atención de los rehenes y la identificación de los restos mortales, un proceso que se espera iniciar en las próximas horas, añadiendo una capa de dolor al alivio generalizado.
La comunidad internacional, y en particular la administración estadounidense, consideran este evento como la primera fase del plan de paz propuesto por el presidente Donald Trump para la región. Si bien el cese de las hostilidades y la liberación de cautivos son pasos esenciales, el desafío de la posguerra y la búsqueda de una paz duradera en Gaza y la región pende como la gran incógnita. El intercambio genera un espacio para la ayuda humanitaria, pero la declaración de un funcionario de Hamás a AFP sobre su disposición a reanudar la lucha si la guerra se reanuda, mantiene viva la alerta sobre la fragilidad del futuro.
