La jornada de este lunes quedará grabada en la historia diplomática y humanitaria con la liberación de los últimos 20 rehenes israelíes que permanecían cautivos en Gaza, un grupo que incluía a los argentinos David y Ariel Cunio y Eitan Horn. El impacto emocional se magnificó con la difusión de las primeras imágenes de los rehenes en una videollamada con sus familias, minutos antes de su entrega oficial. Tras 738 días de secuestro por el grupo terrorista Hamás, el retorno de estos ciudadanos, emblemáticos del drama de los rehenes internacionales, simboliza un hito de alivio en el prolongado conflicto.
La difusión de las imágenes, cargadas de una mezcla de alegría y fragilidad, confirmó el estado físico de David y Ariel Cunio, y de Eitan Horn, quienes se reencontraron virtualmente con sus seres queridos antes de iniciar el protocolo de traslado. “Se ven perfectamente bien; la barba de David es un poco más blanca, pero no importa. Les dije que los adoro”, declaró Sylvia Cunio, madre de los hermanos, al medio Infobae, reflejando el indescriptible sentimiento de alivio tras más de dos años de incertidumbre. Este emotivo contacto se produjo en el marco de la primera fase de un amplio acuerdo de alto el fuego mediado por la comunidad internacional.
El proceso de liberación se concretó siguiendo un protocolo riguroso. Los cautivos fueron entregados a representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en varios puntos de la Franja de Gaza para su posterior transferencia a unidades especiales del Ejército israelí. Una vez en territorio israelí, fueron trasladados a hospitales designados, como el Sheba y el Ichilov, para recibir las primeras evaluaciones médicas y el reencuentro presencial con sus familiares. Según fuentes de seguridad, se activó un plan operativo detallado que incluye apoyo logístico y psicológico para las familias.
El caso de los argentinos Cunio y Horn ha resonado particularmente a nivel global. Los hermanos Cunio fueron secuestrados en el Kibutz Nir Oz. David fue separado de su esposa Sharon Aloni Cunio y sus hijas mellizas, Yuli y Emma, quienes habían sido liberadas en noviembre de 2023. Ariel Cunio, por su parte, había perdido a su novia, Arbel Yehud, en un intercambio previo, dejando un vacío que hoy se mitiga con su propia liberación. Eitan Horn, también secuestrado en Nir Oz, completó el trío de argentinos liberados, siguiendo los pasos de su hermano Iair, excarcelado meses atrás, uniendo finalmente a estas familias tras la pesadilla del cautiverio.
La concreción de esta liberación no solo implica un triunfo humanitario, sino que activa la contraparte del acuerdo: la excarcelación de aproximadamente 250 prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua y cerca de 1.700 gazatíes detenidos tras el 7 de octubre de 2023, incluyendo todas las mujeres y niños. Expertos en derecho internacional y el conflicto de Medio Oriente señalan que, aunque la paz está lejos, la magnitud del intercambio de este lunes representa un avance tangible que no se veía desde el inicio de las hostilidades.
Si bien la liberación de los rehenes vivos cierra un doloroso capítulo, el acuerdo aún contempla la recuperación de los cuerpos de los 28 cautivos que murieron en Gaza, entre ellos el argentino Lior Rudaeff. Este proceso, que comenzará en las próximas horas, mantendrá la tensión en la región, mientras que la fragilidad del cese al fuego y las condiciones para la “paz duradera”, promovida por la Casa Blanca, seguirán siendo el foco de la diplomacia mundial. El regreso de los rehenes abre una ventana de esperanza, pero la complejidad subyacente del conflicto en Gaza demanda una vigilancia constante para evitar el resurgimiento de la violencia.





