El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, felicitó efusivamente a Javier Milei tras el categórico triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas argentinas, consolidando la alianza geopolítica entre ambos líderes. Calificando la victoria como “aplastante”, el mandatario estadounidense utilizó sus redes sociales para declarar que “el pueblo argentino justificó nuestra confianza en él”, elevando el resultado electoral a un éxito compartido en el marco de la batalla por la “civilización occidental”.
Esta rápida y contundente felicitación subraya el relieve internacional que adquiere la victoria del oficialismo argentino. La administración estadounidense había brindado un apoyo clave a Milei en las semanas previas a los comicios, mediante el anuncio de swaps de divisas y la posibilidad de créditos adicionales por parte de bancos privados. Trump, quien había advertido que el respaldo financiero podría no ser “generoso” si se imponía una fuerza política de signo opuesto, ahora reafirma públicamente la vigencia de esta alianza.
La respuesta de Javier Milei no se hizo esperar, quien agradeció el respaldo y definió al líder republicano como un “gran amigo de la República Argentina”. El mandatario argentino refrendó su compromiso con el eje ideológico que comparten: “Nuestras Naciones nunca debieron dejar de ser aliadas. Nuestros pueblos quieren vivir en libertad. Cuente conmigo para dar la batalla por la civilización occidental”, expresó Milei, en una clara alusión a la visión de geopolítica compartida frente a otros bloques.
Este intercambio diplomático reafirma la visión de la Casa Blanca, que considera a Argentina un aliado estratégico en la región por su postura ante temas sensibles como Israel, China y Venezuela. Milei ha explicado en varias oportunidades que la política de Estados Unidos ha cambiado, enfocándose en “premiar a los aliados” y en el liderazgo regional, una posición que se ve plenamente validada con el resultado electoral y la consecuente felicitación del Presidente.
La dimensión económica del espaldarazo de Washington es crucial. La victoria de LLA reduce el riesgo político percibido por los inversores, al garantizar la continuidad de un programa de austeridad y desregulación. A esto se suman los gestos concretos de la Casa Blanca, como la apertura a la compra de más carne de res argentina y el apoyo en la contención de las variables financieras, elementos que buscan reducir el riesgo país y evitar la disparada del dólar en el contexto post-electoral.
El triunfo electoral, validado por un contundente mensaje desde Washington, dota al Gobierno de Javier Milei de una doble legitimidad: interna, a través de las urnas; y externa, mediante el respaldo de una de las principales potencias mundiales. La proyección es que esta alianza con Estados Unidos se profundizará en el corto plazo, sirviendo de ancla para el programa económico y facilitando las negociaciones con organismos multilaterales, elementos que serán decisivos para la estabilidad de la segunda etapa de la gestión.





