La semana entrante, el Gobierno nacional emitirá un título en dólares a cuatro años de plazo y con lo obtenido pagará parte de los U$S 4.500 millones que debe honrar en enero de 2026.
El ministro de Economía, Luis Caputo, subrayó que de esta manera se toma dinero del mercado para hacer frente a otra obligación sin que esto incremente la deuda y además permite que no impacte en el nivel de reservas.
“Es una buena noticia porque todos los países refinancian sus deudas. Nosotros vamos a pagar intereses con superávit primario y refinanciamos el capital”, afirmó el jefe del Palacio de Hacienda.
La colocación provoca dos efectos: por un lado el Tesoro Nacional evita acudir al mercado cambiario local para comprar parte de los dólares que necesita –lo cual influye en la cotización y en la inflación- y por el otro abre la opción de que las próximas adquisiciones le permitan al Banco Central retenerlos y no usarlos para pagar compromisos.
Tanto Caputo como Milei celebraron esta emisión porque, aunque más no sea parcialmente, Argentina recuperaría acceso al mercado de capitales.
Esto es clave para el Gobierno bajo la lógica de que refinanciando capital se facilita la compra de dólares sin crear presiones adicionales en su precio.
La operación se realizará el próximo miércoles y se emitirá un bono en dólares (BONAR 2029N) a cuatro años de plazo (vencimiento noviembre de 2029), con un cupón semestral y una tasa de 6,5% anual. La particularidad es que será con legislación argentina, lo cual obligará a aceptar una mayor tasa de interés.
Lo obtenido por esta licitación se aplicará para cancelar parcialmente el vencimiento del capital de los bonos AL30 y AL29 que opera el 9 de enero de 2026.
El economista Salvador Vitelli estimó que ese monto sería de unos U$S 1.187 millones; de los cuáles U$S 139,4 millones corresponden al AL29 y $ 1.047,7 al AL30.
El bono está denominado en dólares –o sea entran dólares a la cuenta del Tesoro- y los interesados deben ofertar la tasa y el monto.
Luego el Ministerio de Economía evalúa las propuestas y decide lo que se llama la “Tasa de Corte”, que es el rendimiento total que se convalidará.
La argumentación de Caputo
Caputo se mostró confiado en el éxito de la operación y aseguró que ya hay conversaciones con inversores (básicamente bancos) que garantizaría una demanda acorde con la cifra que pretende recolectar.
Esta será la primera operación directa de deuda en el mercado voluntario de la Argentina desde enero de 2018, aunque hubo transacciones intermedias como los BONTE 2030 que se emitieron este año.
Al explicar la operación, el ministro dijo que de acuerdo al resultado de esta subasta será el monto final del préstamo directo que negocia con bancos privados. Según Caputo, este grupo le ofreció entre U$S 6.000 y U$S 7.000 millones. La idea sería cerrar un monto cercano al vencimiento para no resentir las reservas.
El ministro dijo que la decisión de que sea con legislación argentina obedece a que por la denominada “Ley Guzmán”, una emisión de deuda con legislación extranjera debe ser aprobada por el Congreso Nacional. Dado el momento, esa opción debiera haber sido tratada en las extraordinarias y el Gobierno no quiso correr ese riesgo.





