En una acción sin precedentes y carente de respaldo legal, los empleados de la agencia fueron expulsados por la policía y suspendidos por una semana, sin ninguna orden judicial. Como resultado, los servicios de noticias y fotografías han sido interrumpidos, mientras que el sitio web se encuentra en estado de “reconstrucción”.
La ejecución de las medidas anunciadas por el Presidente durante la apertura de sesiones comenzó a la medianoche del domingo, en un movimiento que ha sido ampliamente denunciado como un ataque a la libertad de prensa y al derecho a la información de los ciudadanos. Según constitucionalistas, legisladores y líderes gremiales, el gobierno ha tomado control de la agencia nacional de noticias Télam de manera ilegal, primero desalojando a los trabajadores sin una orden judicial y luego enviando notificaciones de suspensión por una semana a su personal en todo el país. Simultáneamente, el sitio web de la agencia, junto con su archivo público, fue retirado sin explicación, mientras que se suspendió el servicio de cables de noticias y fotografías.
Figuras del oficialismo como el vocero presidencial Manuel Adorni y el legislador Ramiro Marra celebraron estos acontecimientos en las redes sociales, indicando un posible despido de los trabajadores como siguiente paso. A pesar de la pregunta sobre la crueldad de sus declaraciones, el vocero no pudo articular un plan integral para la agencia, que es reconocida como la más importante de Latinoamérica.
El diputado Pablo Carro presentó un proyecto para exigir al Poder Ejecutivo Nacional que mantenga a Télam como la única agencia de noticias con alcance federal y corresponsalías en todas las provincias.
En respuesta a estas acciones, se llevó a cabo un abrazo masivo frente a la agencia, con la participación de trabajadores de prensa y líderes sindicales y sociales. Pablo Moyano, en representación de la Confederación General del Trabajo, enfatizó la importancia de la unidad en la defensa de los trabajadores. Se anunció la posibilidad de un paro nacional en defensa de los trabajadores argentinos.
Diversos expertos coinciden en que la suspensión de facto de Télam está fuera de la ley y va en contra del pluralismo y la libertad de prensa. Además, cualquier decisión futura relacionada con la agencia que no pase por el Congreso sería considerada ilegal.
La importancia de una agencia de noticias nacional, especialmente en un momento de proliferación de noticias falsas, fue destacada por expertos en comunicación. Los corresponsales de Télam, desplegados en todo el país, se consideran un recurso vital en la actualidad mediática.
Los trabajadores de Télam rechazaron la dispensa laboral recibida, manifestando su unidad en defensa de sus derechos. A pesar de recibir muestras de solidaridad, también enfrentaron obstáculos, como la prohibición de expresar apoyo en Radio Nacional y Canal 7.
Después de 78 años de servicio ininterrumpido, Télam se encuentra suspendida en una situación inédita. Las justificaciones dadas por el gobierno apuntan hacia una visión de desmantelamiento del Estado y de críticas a la gestión anterior.
La cancelación de Télam ha generado diversas reacciones, desde la preocupación por la libertad de prensa hasta el análisis de las implicaciones económicas y políticas de esta medida.