El Gobierno argentino continúa enfrentando diariamente el desafío de sostener la confianza de los inversores. Ayer aprobó dos pruebas clave: una inflación de abril del 2,8%, menor que la de marzo, y una exitosa licitación de bonos del Tesoro.
Sin embargo, la inflación núcleo se mantuvo alta (3,2%), lo que preocupa a los analistas como Adcap Grupo Financiero, que advierten presiones inflacionarias persistentes. Proyectan 2,2% para mayo.
El mercado sigue cauteloso: desconfía de la falta de avances en acumulación de reservas, el rechazo de la Ley Ficha Limpia y la distancia del Gobierno con el PRO, claves de cara a las elecciones de medio término.
A nivel global, tampoco ayuda el contexto: suben los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. (4,53% a 10 años) y el oro cayó casi un 10% desde su récord en abril, reflejando menor interés por activos refugio.