El tratamiento del decreto está previsto como el último tema de la sesión. El oficialismo tiene pocas chances de evitar que caiga en diputados se analiza una ley espejo.
El “mega DNU” llego finalmente al recinto del Senado, a pesar de los cuestionamientos que el mandatario deslizó contra la presidente de la Cámara alta, por haber habilitado su tratamiento pese a la alta probabilidad de que sea rechazado.
Villarruel, tomó la decisión de incorporar el decreto de necesidad y urgencia 70/2023 que desregula distintas áreas de la la economía obligada por los tres pedidos de sesión especial que presentaron el kirchnerismo primero y los bloques provinciales después y que reglamentariamente la obligaban poner el tema a tratamiento.
El miércoles por la tarde noche, la Oficina del Presidente emitió un duro comunicado en el que expresó su “preocupación por la decisión unilateral de algunos sectores de la clase política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta, a fin de entorpecer las negociaciones y el diálogo entre los distintos sectores de la dirigencia política” en momentos en que Milei impulsa el Pacto de Mayo con gobernadores.
Tras advertir que el rechazo del DNU sería un “retroceso”, el Gobierno señaló que esperaba que “el Poder Legislativo no se deje cautivar por el canto de sirena de quienes pretenden ‘anotarse’ victorias de corto plazo en detrimento del futuro de los 54 millones de argentinos”. Una fuente del bloque oficialista reconoció ante iProfesional que el comunicado fue un mensaje directo a la vicepresidenta y consideró que “el uso de la palabra victoria no parece casual”.
El gobierno se ve sacudido por esa tensión entre Milei y Villarruel y por la perspectiva de una derrota. Y es que si a los 33 votos de Unión por la Patria se suman los 9 senadores de bancadas provinciales que también habían pedido semanas atrás una sesión para votar el DNU habría una mayoría más que suficiente para rechazarlo.
La decisión de incorporarlo al temario tiene que ver con que Villarruel sabía que ya no podía esquivar el reclamo de que el DNU se trate porque los plazos legales para su discusión en el recinto estaban efectivamente vencidos y ante un pedido de sesión especial estaba obligada a convocar. Más ante dos. En el oficialismo hay quienes interpretan que la vicepresidenta necesita “sacarse el tema de encima” para poder activar de una vez el funcionamiento del recinto del Senado.
Si el oficialismo no logra un entendimiento con gobernadores como el misionero Hugo Passalaqcua, el rionegrino Alberto Weretilneck o el santacruceño Claudio Vidal, cuyos senadores son clave para que el rechazo no tenga mayoría, la derrota es casi segura.
Milei advirtió sobre los riesgos de que el DNU se rechace y mencionó “el regreso de la Ley de Alquileres” y “el retorno al sistema rígido de obras sociales sindicales”, entre otros ejemplos. Sin embargo, si el decreto fuera rechazo por el Senado, igualmente seguirá vigente.
Y es que la ley 26.122 establece que para que un decreto de necesidad y urgencia quede sin efecto debe ser rechazado por las dos cámaras del Congreso, algo que hasta ahora nunca ocurrió.
El presidente en un comunicado publicado ayer presionó públicamente a Villarruel para que desactive el tratamiento del DNU pero la vice no tenía margen para seguir dilatándolo
En la Cámara de Diputados no hay por el momento una mayoría suficiente para que se rechace también allí -si se diera esta situación en el Senado- aunque tampoco está lejos. Por esa razón, parte de la oposición dialoguista le propuso como camino alternativo al oficialismo avanzar con una “ley espejo” del decreto antes de que éste llegue a la Cámara baja.
En casi toda la oposición dialoguista tienen diferencias de forma con el Gobierno respecto del DNU. Están de acuerdo con buena parte de su contenido, como la derogación de la Ley de Alquileres y particularmente el capítulo sobre reforma laboral pero no con que estas medidas se tomen por decreto.
La idea de esos sectores es que mientras el “mega DNU” se trata en el Senado los diputados puedan activar el debate de una “ley espejo”.