Kimberly-Clark, la multinacional dueña de marcas como Huggies, Kleenex y Kotex, ha decidido de forma sorpresiva cerrar una de sus dos fábricas en Argentina, ubicada en el parque industrial de Pilar, Buenos Aires. Esta medida resultó en el despido de 220 trabajadores.
Los empleados de la planta de Pilar se presentaron a trabajar este lunes, 9 de junio, pero no pudieron ingresar. El pasado viernes les habían informado de una inactividad temporal por “tareas de mantenimiento”, sin embargo, el sábado recibieron el telegrama de desvinculación.
La compañía argumentó que el cierre es parte de una “estrategia de optimización y crecimiento sostenible”, buscando centralizar toda su producción nacional en su sucursal de San Luis. Esto implicará el traslado de activos de Pilar a la planta puntana. Hasta ahora, la fábrica de San Luis se dedicaba a pañales, mientras que la de Pilar se enfocaba en productos de protección femenina y toallitas húmedas.
Tras la decisión, los trabajadores despedidos realizaron una manifestación en la puerta de la fábrica. Desde el sindicato de Papeleros, si bien reconocen que la medida de una multinacional parece “irrevocable”, están enfocados en “mejorar las condiciones de desvinculación” de los afectados.