Tras el bombardeo estadounidense a instalaciones nucleares iraníes, el régimen de Irán respondió lanzando 30 misiles balísticos sobre Jerusalén, mientras sonaban sirenas en toda la ciudad. La ofensiva generó escenas de pánico, con calles vacías y refugios llenos.
Israel activó su sistema de defensa “Cúpula de Hierro” y reportó al menos 16 heridos. Las autoridades advierten que Irán aún posee más de 1.000 misiles y puede apoyarse en grupos aliados en Gaza, Líbano, Irak y Yemen.
Mientras tanto, el líder supremo iraní, Ali Khamenei, permanece en silencio, y se teme una escalada aún mayor del conflicto.