El ministro Caputo firmó el entendimiento con su par brasileño Silveira, en la cumbre del G20 en Rio. Lula apela a la Argentina molesto con las energéticas que operan en Brasil. Reproche a Meloni por la italiana Enel.
La firma del acuerdo entre Argentina y Brasil en el marco del G20 para comenzar a analizar alternativas posibles para la provisión de gas de Vaca Muerta al corazón industrial de San Pablo, generó un gran entusiasmo en la industria.
Se trata de una de las pocas políticas de Estado de la Argentina. El sueño de ser el gran proveedor de gas del corazón industrial paulista -el polo fabril más grande de Latinoamérica-, empezó a tomar fuerza en la gestión anterior y la administración de Milei lo continuó. Pero lo cierto es que todavía faltan pasos claves para que la molécula que se produce en la cuenca neuquina cruce la frontera.
La noticia fue anunciada por el ministro de Energía de Brasil, Alexandre Silveira, a través de la red social X: “Gas más barato para Brasil”, remarcó el ministro de Lula.
El anuncio de Silveria fue leído en Río de Janeiro como un mensaje interno a las empresas energéticas que operan en Brasil, muchas de las cuales estan en tensión con el gobierno de Lula. Una fuente que participa del G20 dijo que “en la bilateral que Lula tuvo con Giorgia Meloni le recriminó la falta de inversiones de Enel. Lula está muy enojado con la falta de inversión de las empresas del sector”.
Del lado argentino, la comunicación fue ajustada. El Ministerio de Economía comunicó que “se firmó un memorándum de entendimiento con el objetivo de discutir la infraestructura necesaria para la exportación de gas argentino desde Vaca Muerta a Brasil. Los representantes designados por ambos países analizarán las alternativas para llegar a una exportación de 30 millones de metros cúbicos diarios (m3/d) de gas natural en cinco años”, difundió el Palacio de Hacienda.