Milei quiere alinearse en una declaración del G7 contra Putin, pero hace equilibrio con la postura de Trump cercana a Rusia.
La guerra de Ucrania asoma como un dilema para Javier Milei mañana martes cuando los jefes de estado reunidos en el G20 busquen emitir una declaración conjunta.
Por un lado, según pudo conocer LPO, los jefes del G7, a través de Emmanuel Macron, le piden al presidente que acompañe una condena a Rusia por su ataque del sábado en la noche a Ucrania. Pero el otro, Milei quiere alinear su política exterior con la Casa Blanca de Donald Trump, que tiene una línea inicial de no chocar con Rusia.
La clave para una salida por el medio podría estar en lo que hizo el mandatario este lunes con la declaración sobre pobreza y el documento final que emitieron los participantes del foro: Milei acompañó el texto de Lula Da Silva pero con reservas, una suerte de notas al pie de página.
En ese marco, el Gobierno suscribe la declaración del G20 pero dice que las políticas que se pretenden impulsar son obsoletas, limitan la libertad y, fundamentalmente, asignan un rol demasiado fuerte a los estados en la misión de abolir la pobreza.
“Por primera vez desde que es parte, el Gobierno Nacional firmó la declaración de presidentes disociándose parcialmente de todo el contenido vinculado a la Agenda 2030, sostiene un comunicado oficial que se envió desde la Casa Rosada a Rio de Janeiro.
“Los organismos y foros internacionales como el G-20, se crearon con el espíritu de que todas las naciones involucradas pudieran reunirse para cooperar de forma voluntaria, en calidad de iguales y autónomas, para, entre otras cosas, salvaguardar los derechos básicos de las personas. Sin embargo, hoy, a casi 70 años de haberse inaugurado este sistema de cooperación internacional, llegó la hora de reconocer que este modelo está en crisis, porque desde hace tiempo que está en falta con su propósito original”, continúa el texto.
“El Presidente Javier Milei ha dejado en claro en su participación del G-20 que noacompaña varios puntos de la declaración, entre ellos; la promoción de la limitación de la libertad de expresión en redes sociales, el esquema de imposición y vulneración de la soberanía de las instituciones de gobernanza global, el trato desigual ante la ley y especialmente, la noción de que una mayor intervención estatal es la forma de luchar contra el hambre”, detalla.