El triunfo de Boca Juniors por 1-0 sobre Rosario Central fue crucial para la continuidad de Fernando Gago al frente del equipo, quien había quedado bajo presión después de la eliminación en la Copa Libertadores ante Alianza Lima. Con esa derrota, que dejó a Boca fuera de la competencia internacional por el resto del año, el DT había sido blanco de críticas y abucheos en la Bombonera, pero esta victoria alivió la situación y extendió su crédito por ahora.
Gago dejó claro que nunca dudó de su continuidad y que ha mantenido un diálogo constante con el Consejo de Fútbol y el presidente, Juan Román Riquelme. Tras el partido, el entrenador se mostró aliviado, pero consciente de que su futuro seguirá dependiendo de los resultados, ya que los proyectos a largo plazo sin victorias no son sostenibles en el fútbol argentino.
El técnico ahora tiene una nueva oportunidad para demostrar que puede sacar adelante al equipo, con el objetivo de conseguir el título local en el Torneo Apertura 2025, lo que podría aliviar las frustraciones por la eliminación internacional y asegurar la clasificación a la Copa Libertadores 2026. Sin embargo, cualquier tropiezo importante, como una derrota en el Superclásico o una eliminación en el torneo local, podría significar el fin de su ciclo en Boca.
Gago sabe que tiene varias tareas por delante: conseguir resultados, mejorar el nivel de juego del equipo, recuperar a los jugadores lesionados y recuperar la confianza del público. Los próximos partidos, como el que enfrentará contra Central Córdoba en Santiago del Estero, serán clave para definir su futuro.
En Boca, la presión está sobre el DT, pero también sobre los jugadores y la dirigencia. Para calmar las aguas tras el doloroso año sin competiciones internacionales, salir campeón en el torneo local es una necesidad imperiosa. Gago se jugará su futuro en este semestre, y la dirigencia también tiene la mira puesta en los resultados que definen la continuidad de su proyecto.