El papa Francisco pasó la noche en calma y descansó bien, según el último parte médico emitido por la oficina de prensa del Vaticano. A pesar de los episodios de insuficiencia respiratoria aguda que sufrió el lunes, su estado general sigue siendo estable, lo que ha traído alivio a los fieles y seguidores de todo el mundo.
A lo largo del día de ayer, el papa continuó recibiendo el tratamiento necesario, que incluyó oxígeno de alto flujo y, por precaución, la reanudación de la ventilación mecánica no invasiva. Aunque no presentó fiebre y se mantiene consciente y cooperativo con las terapias, los médicos mantienen un pronóstico reservado, dada su condición delicada.
En medio de su convalecencia, Francisco ha alternado momentos de descanso con instantes de oración, buscando encontrar paz en la espiritualidad. Incluso, ha recibido la Eucaristía en este tiempo de prueba, mientras sigue comprometido con su labor, firmando documentos y realizando nombramientos, en lo que parece ser una muestra de su incansable dedicación a su misión.
El papa, de 88 años, ha atravesado varias dificultades de salud en los últimos años, incluyendo una bronquitis con infección polimicrobiana, que derivó en neumonía bilateral y complicaciones respiratorias. Estos episodios recientes, sumados a otros previos relacionados con su asma, generan una creciente preocupación sobre su bienestar físico, que se ve afectado por cirugías previas y sus dificultades para caminar.
En un gesto de unidad espiritual, las oraciones por su salud continúan desde todos los rincones del mundo. Este martes, un grupo de argentinos se reunió frente a la estatua de Juan Pablo II, frente al hospital Gemelli, para rezar por la pronta recuperación del Santo Padre. La plaza de San Pedro también sigue siendo un lugar de oración constante, con el cardenal Arthur Roche encabezando el rosario por la salud del papa.
El próximo domingo, el inicio de los Ejercicios Espirituales en el Vaticano será un momento de comunión espiritual con el papa, mientras la Curia romana se une en oración por su salud.
A la espera de su pronta recuperación, el mundo continúa con la esperanza de que el papa Francisco pueda superar esta difícil prueba, mientras sus seguidores siguen enviando sus mejores deseos y oraciones, reafirmando su amor y solidaridad con el pontífice.
