El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció una tregua arancelaria de 90 días, manteniendo un arancel uniforme del 10% para la mayoría de los países, excepto China. Aunque esto representa una pausa en la escalada arancelaria, Argentina sigue afectada por el 10%, lo que le hace perder la ventaja competitiva que tenía frente a países con aranceles más altos.
El gobierno argentino y el sector privado están evaluando el impacto, aunque hay incertidumbre sobre los resultados de futuras negociaciones. Algunos sectores como acero, aluminio y autopartes, que representan el 11% de las exportaciones a EE.UU., siguen pagando aranceles adicionales.
Expertos y organismos como la UIA (Unión Industrial Argentina) expresaron preocupación por el impacto negativo de estas medidas y la falta de una estrategia interna para mejorar la competitividad.
Sin embargo, algunos sectores como el apícola, vitivinícola y el maní podrían verse beneficiados si aprovechan los cambios en el comercio global.