El debut del nuevo régimen cambiario, con un aumento del 9,65% en el dólar mayorista, generó una serie de ajustes de precios en las empresas de consumo masivo, que enviaron a los supermercados listas con incrementos de entre el 5% y el 9%. Sin embargo, tras una disminución del dólar dentro de la banda cambiaria, el Gobierno intervino en el conflicto entre supermercados y empresas, lo que resultó en una corrección de los aumentos y un impacto limitado en la inflación de alimentos y bebidas. No obstante, se observaron incrementos más marcados en productos tecnológicos y electrodomésticos.
Según el análisis de distintos economistas, como Claudio Caprarulo, aún es temprano para evaluar el impacto completo de la devaluación en los precios, aunque se registraron subas leves en alimentos y bebidas. Camilo Tiscornia destacó que los aumentos ya se habían anticipado antes de las medidas gubernamentales, mientras que Sebastián Menescaldi informó que los precios de alimentos aumentaron un 0,8% en la primera mitad de abril, pero luego disminuyeron ligeramente.
En general, los datos sugieren que la inflación de alimentos y bebidas en la tercera semana de abril fue del 0,8%, con un promedio mensual de 3,8%. Por otro lado, algunos productos no alimenticios, como electrodomésticos y tecnología, experimentaron subidas más fuertes, con aumentos de hasta el 9,73% en videojuegos.
La situación sigue siendo volátil, y la inflación en general se proyecta en un 4% para abril.