El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de 79 años, fue diagnosticado con laberintitis tras experimentar un episodio de vértigo que lo llevó a ser atendido en un hospital de Brasilia y a cancelar parte de su agenda oficial. Los exámenes médicos realizados, incluyendo imágenes y análisis de sangre, no revelaron anomalías graves, y se le recomendó reposo.
La laberintitis es una inflamación del oído interno que puede causar vértigo, mareos, pérdida del equilibrio y náuseas. Aunque generalmente no es grave, puede incapacitar temporalmente, especialmente en personas mayores.
Este episodio se suma a otros problemas de salud recientes de Lula, como una cirugía para drenar un hematoma intracraneano en 2024, una operación de cadera en 2023 y un cáncer de laringe en 2011. A pesar de estos contratiempos, Lula ha mantenido una agenda activa desde que regresó al poder en 2023.
Su salud genera especulaciones sobre una posible candidatura en las elecciones presidenciales de 2026, aunque él ha afirmado que solo se postulará si está en condiciones físicas óptimas para gobernar.
