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Taiwán acusa a cuatro personas por espionaje a favor de China, incluyendo un ex funcionario presidencial
Los fiscales taiwaneses acusaron este martes a cuatro personas por violaciones a la seguridad nacional, tras ser señalados de espiar para China. Entre los acusados se encuentra un ex funcionario de la oficina del actual presidente Lai Ching-te. Estas cuatro personas, junto a una quinta que sigue bajo investigación, habían sido expulsadas el mes pasado del gobernante Partido Democrático Progresista (PDP) por sospechas de espionaje.
Los acusados han sido imputados por violar la Ley de Protección de Información Clasificada de Seguridad Nacional y la Ley de Seguridad Nacional, supuestamente por compartir secretos de Estado con China, además de otras presuntas infracciones como lavado de dinero. Los fiscales señalaron que el espionaje fue “prolongado”, incluyó el intercambio de “información diplomática importante y sensible” y causó un “daño significativo a la seguridad nacional”.
Se buscan sentencias de prisión que oscilan entre cinco y más de 18 años, además de la confiscación de ganancias ilícitas. Entre los acusados, uno de apellido Huang, quien supuestamente transmitió información sensible a través de una aplicación de mensajería, enfrenta la sentencia más severa. Otro acusado, de apellido Ho, es un ex asistente del jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Joseph Wu. Mientras Huang y Ho niegan las acusaciones, los otros dos, incluyendo la persona que trabajó para Lai cuando era vicepresidente y presidente, han confesado.
Este caso se suma a una creciente tendencia de procesamiento por espionaje en Taiwán. En 2024, 64 personas fueron procesadas por espionaje chino, incluyendo miembros de las fuerzas armadas. En marzo, cuatro soldados (tres ex integrantes de la seguridad presidencial) fueron condenados por filtrar información militar clasificada, y en abril, una pareja de la Fuerza Aérea recibió sentencias severas por el mismo delito. El presidente Lai Ching-te ha calificado a China como una “potencia extranjera hostil” y ha anunciado medidas para combatir el espionaje, incluyendo el restablecimiento de tribunales militares.
China reclama la isla democrática y autogobernada de Taiwán como parte de su territorio y ha amenazado con usar la fuerza para su anexión. Taiwán, por su parte, acusa a Beijing de usar el espionaje para debilitar sus defensas.