Hacia finales del año pasado, un par de satélites militares, uno estadounidense y otro francés, se prepararon para una delicada danza orbital. Estaban a punto de realizar una llamada operación de encuentro y proximidad (RPO, por sus siglas en inglés), en la que uno o más satélites se acercan a otro para inspeccionarlo o manipularlo, cerca de un satélite enemigo. No se ha precisado cuál, pero no es difícil adivinarlo. “Los franceses han hablado durante años de maniobras rusas [cerca de satélites franceses]”, dijo el general Stephen Whiting, en la sede del Comando Espacial de Estados Unidos en Colorado Springs. “Y entonces… demostramos que podíamos maniobrar satélites entre sí y cerca de los satélites de otros países, de una manera que señalara nuestra capacidad para operar bien juntos”.