En los campos del nordeste y en el Delta del Paraná, donde la cría bovina suele enfrentar obstáculos productivos, una especie empieza a cobrar protagonismo.
Se trata del búfalo, que además de adaptarse a esas condiciones, ofrece una carne con atributos cada vez más valorados en los mercados: nutritiva, saludable y diferente.
Impulsados por esta oportunidad, investigadores del Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA) del INTA Castelar se dedicaron a analizar la calidad de la carne bubalina y a diseñar estrategias de manejo que permitan potenciarla.