El ministro de Economía, Luis Caputo, utilizó sus redes sociales para lanzar un mensaje directo y provocador a los especuladores del mercado cambiario, en un día en que el dólar mayorista rozó el techo de su banda de flotación. Su publicación, que rápidamente se volvió viral, decía: “Gracias a todos los que salieron de sus cuevas”. La frase, lejos de ser un simple comentario, es una declaración de intenciones que muestra la postura del gobierno frente a los actores que, según su visión, buscan desestabilizar la economía.
El mensaje fue publicado minutos después de que el Banco Central tuviera que intervenir con la venta de 53 millones de dólares para contener el precio de la divisa, un movimiento que los analistas interpretaron como un intento de desinflar la presión de los que apostaban a una devaluación inminente. La expresión “salir de sus cuevas” se refiere a los inversores que, ante la incertidumbre, compran divisas para protegerse o para especular, generando una presión artificial sobre el tipo de cambio.
La estrategia de comunicación de Caputo es un rasgo distintivo de la actual gestión: el uso de las redes sociales para dirigirse directamente a la opinión pública y a los actores del mercado, sin intermediarios. Este estilo, aunque informal, busca generar una sensación de control y de confianza, mostrando un gobierno que no teme confrontar a los que considera responsables de la inestabilidad financiera.
Analistas económicos coinciden en que la acción de hoy del BCRA y el mensaje del ministro son parte de una misma estrategia para combatir la especulación. El gobierno busca sentar un precedente: quien apueste contra el peso, se encontrará con la oposición firme de la autoridad monetaria. Este enfoque confrontacional tiene riesgos, pero en un contexto de altísima volatilidad, el gobierno considera que es la única manera de imponer su autoridad en el mercado.
La frase de Caputo, que evoca una imagen de especuladores escondidos esperando el momento de atacar la moneda, también tiene un componente político. Al personificar a los “villanos” de la historia económica, el gobierno busca construir un relato que lo muestre como el defensor de la estabilidad frente a los intereses oscuros de los que, supuestamente, se benefician del caos.
En el futuro, la efectividad de esta estrategia dependerá de los resultados. Si el gobierno logra mantener el tipo de cambio dentro de la banda de flotación y estabilizar la economía, la frase de Caputo será recordada como una muestra de determinación. Si, por el contrario, la presión sobre el dólar persiste, el mensaje podría ser interpretado como un simple intento de “frenar con la boca” una crisis que se agrava.
