El Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) para octubre de 2025 quedó oficialmente establecido en 322.200 pesos para la jornada completa, manteniéndose sin modificaciones respecto al valor fijado en agosto. Esta estabilización del ingreso base, después de una secuencia de ajustes progresivos a principios de año, plantea un desafío para el poder adquisitivo de los trabajadores formales y, crucialmente, para los beneficiarios de la seguridad social en un contexto de inflación persistente.
La cifra de $322.200 rige para aquellos empleados que cumplen la jornada legal de 48 horas semanales. Para los trabajadores jornalizados u horarios, el valor se traduce en $1.610 por hora. Si bien el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo es el ámbito institucional encargado de estos ajustes, la decisión de mantener el monto por segundo mes consecutivo refleja las tensiones entre la política de ingresos y la necesidad de sostener la recuperación económica.
La incidencia más sensible de este valor se observa en las prestaciones sociales, dado que el SMVM es el principal parámetro de ajuste para numerosos programas de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). La mínima de las jubilaciones, la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), y las Pensiones No Contributivas reajustaron sus valores a partir de esta base, experimentando un incremento marginal del 1,9% para el periodo.
En detalle, la Jubilación mínima en octubre asciende a $396.304,88 (compuesta por el haber base más un bono), mientras que la PUAM se ubicó en $331.016,96. Adicionalmente, la Prestación por Desempleo, otro beneficio directamente atado al mínimo, estableció su nuevo piso legal en $161.000 (el 50% del SMVM) y un tope máximo de $322.000, reflejando el efecto multiplicador de la remuneración básica en la red de contención social.
Un punto crítico es el impacto en la Asignación Universal por Hijo (AUH). Si bien la AUH tuvo una actualización, su valor bruto quedó en $117.252, con un pago directo de $93.801,60 tras la retención reglamentaria. Expertos en políticas sociales coinciden en que, para los hogares de menores ingresos, la falta de actualización del SMVM y, por ende, de sus prestaciones derivadas, amenaza con deteriorar la línea de flotación de la subsistencia garantizada.
La evolución del Salario Mínimo en 2025 ha pasado de una actualización progresiva a una estabilización que, según economistas, podría significar una pérdida de poder adquisitivo real si la inflación no se desacelera. El debate futuro en el Consejo, que reúne a sindicatos, empresarios y el Gobierno, estará centrado en cómo realinear el SMVM con la canasta básica total para evitar que el piso salarial se convierta en un factor de profundización de la desigualdad.





