La causa que investiga el atroz triple femicidio narco en Florencio Varela sumó un testimonio crucial que no solo profundiza el conocimiento sobre el entorno de las víctimas, sino que también revela la última frase escalofriante de una de ellas antes de ser asesinada. La madre de Lara Gutiérrez, la adolescente de 15 años que fue torturada previo a su muerte, declaró ante el fiscal Adrián Arribas, aportando detalles sobre la vulnerabilidad social y los contactos de su hija en el submundo de la prostitución.
El testimonio materno resultó determinante al enumerar los encuentros que Lara había mantenido con hombres de nacionalidad peruana en el barrio porteño de Flores, quienes, según la madre, les regalaban importantes sumas de dinero “a cambio de nada” a la joven y a Morena Verdi, otra de las víctimas. La mujer tomó conocimiento de la situación de su hija a través de una vecina, quien le informó que la adolescente había comenzado a ejercer la prostitución y había conocido allí a un sujeto que le ofrecía dinero y regalos sin exigirle un contacto sexual inmediato, en lo que parece ser una estrategia de captación.
Según el relato al que accedió la prensa, uno de estos hombres le habría ofrecido a Lara la suma de 300 dólares para encontrarse la noche en que desaparecieron. La madre también confirmó que, en un contacto posterior con la progenitora de Morena, esta ratificó que las tres jóvenes compartían un departamento alquilado en la zona de Flores para realizar encuentros sexuales, confirmando la inmersión de las menores en una red de explotación.
Sin embargo, el dato más escalofriante que la madre pudo reconstruir a partir de los relatos vecinales es el momento en que las tres jóvenes abordaron la camioneta blanca que las llevó al lugar del crimen. Un testigo afirmó haber visto a Lara subir al vehículo “último modelo, estilo Duster” y escuchar la frase que la adolescente le dijo al conductor: “Viste hasta donde tuviste que venir a buscar a las princesas”. Esta expresión, cargada de un simbolismo dramático, sugiere una conciencia de la distancia y el riesgo que implicaba ese encuentro.
La Justicia tiene ahora la tarea de integrar este testimonio con la confesión de una de las imputadas, Celeste Magalí González Guerrero, quien brindó detalles sobre la jerarquía y el funcionamiento de la banda narco involucrada en el hecho. La declaración de la madre de Lara apunta directamente a la identificación de nuevos sospechosos de nacionalidad peruana, uno de los cuales podría ser clave para desentrañar la conexión entre la trata de personas y el ajuste de cuentas narco.
El caso de Lara Gutiérrez, Morena Verdi y Brenda del Castillo expone la dramática intersección entre la vulnerabilidad socioeconómica, la prostitución adolescente y la violencia extrema del crimen organizado. El avance de la causa judicial se convierte en un imperativo social para no solo castigar a los culpables de los femicidios, sino también para visibilizar y desmantelar las redes de explotación que operan sobre menores de edad en situación de riesgo en las periferias urbanas.





