El caso del doble femicidio en Córdoba sumó un giro procesal de alto impacto con la decisión de las autoridades judiciales de indagar a Pablo Laurta, principal sospechoso de los crímenes, por un delito accesorio pero clave: el asesinato del remisero cuyo vehículo fue utilizado para la fuga de la escena. Esta indagatoria se realizará de manera prioritaria antes de que Laurta sea formalmente trasladado a otra fiscalía, donde se lo imputará por los homicidios agravados de las dos mujeres, en un intento de la justicia por garantizar el debido proceso y consolidar todas las pruebas.
La estrategia judicial busca desglosar la compleja secuencia de hechos que rodearon los crímenes. Según fuentes de la investigación, el objetivo de la primera indagatoria es determinar la responsabilidad de Laurta en el homicidio del trabajador del volante, un eslabón fundamental en la cadena de eventos que permitió al sospechoso escapar inicialmente y que lo vincula directamente con la logística del doble femicidio. La acusación inicial por el crimen del remisero se constituye como un paso técnico crucial para asentar el inicio de la acción penal.
El contexto de los hechos apunta a que el vehículo del remisero fue robado con extrema violencia para ser utilizado en el traslado del imputado tras el doble asesinato, lo que agrava la calificación penal. Las autoridades analizan si el crimen del trabajador fue premeditado o si se trató de una acción desesperada posterior a los femicidios, un detalle que podría modificar las penas a aplicar. El uso del automóvil ajeno es la pieza que unifica temporal y espacialmente los tres hechos de sangre.
Una vez agotada esta primera instancia de indagatoria, Pablo Laurta será puesto a disposición de la fiscalía especializada en violencia de género que investiga los dos femicidios, donde se espera la imputación por doble homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género. Este delito conlleva la pena de prisión perpetua, dada la brutalidad y la naturaleza de los ataques contra las víctimas. La acumulación de las causas es un procedimiento habitual, pero la celeridad en la primera indagatoria marca la prioridad en la investigación.
Expertos en derecho penal subrayan la importancia de esta secuencia de indagatorias. El proceso asegura que cada delito sea investigado con la rigurosidad correspondiente por la jurisdicción competente antes de que se consolide una única acusación. Además, las declaraciones que Laurta decida prestar —o no prestar— en esta etapa serán fundamentales para trazar el mapa definitivo de lo ocurrido, brindando un marco de análisis para determinar los motivos, que en principio apuntan a cuestiones pasionales y de control.
El desenlace de este caso mantendrá en vilo a la sociedad cordobesa, que sigue de cerca el avance de la investigación. El próximo traslado e imputación por el doble femicidio será el punto de partida formal para el juicio que buscará no solo impartir justicia por las tres víctimas, sino también enviar un mensaje contundente contra la violencia de género, en un contexto social de creciente demanda por castigos ejemplares y políticas de prevención más efectivas.





