La cumbre bilateral entre el presidente argentino Javier Milei y su par estadounidense Donald Trump generó un sismo en los mercados financieros, tras la explícita advertencia del mandatario norteamericano de que la asistencia financiera de su país está condicionada al resultado de las próximas elecciones legislativas en Argentina. Esta declaración introdujo una variable de riesgo político binario que revirtió el clima de optimismo inicial, haciendo que los bonos en dólares se hundieran hasta un 7% y el Riesgo País superara nuevamente los 1.000 puntos básicos. En este contexto de renovada presión cambiaria, los inversores especulan activamente si el Tesoro de Estados Unidos volverá a intervenir en el mercado local para contener la cotización del dólar.
El Efecto “Trump Shock” y la Caída de los Activos
La jornada posterior a la cumbre en Washington se caracterizó por una marcada aversión al riesgo en los activos argentinos. La retórica de Trump, que vinculó explícitamente el apoyo económico futuro a un triunfo del oficialismo en los comicios, cortó de cuajo la incipiente recuperación de los bonos soberanos. Esta caída en el precio de la deuda, que llegó a ser de hasta el 7% en títulos clave como los Bonares 2035 y 2041, se tradujo en un salto del Riesgo País, que cerró la jornada en torno a los 1.032 puntos básicos.
El impacto no se limitó a la deuda. Los dólares financieros (Contado con Liquidación y MEP) revirtieron su tendencia bajista y se acercaron a los $1.500, mientras que el índice S&P Merval en Buenos Aires registró una caída de más del 2%. Analistas de mercado señalan que la declaración de Trump transformó el panorama económico en un escenario de “todo o nada” ante las urnas, donde una performance electoral débil del oficialismo podría interpretarse como una pérdida del “cheque en blanco” de apoyo exterior.
El Debate sobre la Intervención del Tesoro
En el centro de la especulación cambiaria se encuentra el posible rol del Tesoro de EE.UU., que a través de un mecanismo de swap había inyectado liquidez al mercado. Previamente a la cumbre, la intervención del Tesoro ya había generado un respiro en la plaza, llevando al dólar mayorista a alejarse del techo de la banda de flotación. Sin embargo, la renovada incertidumbre política ha disparado las alertas sobre la necesidad de una nueva intervención para frenar la demanda de divisas.
Fuentes del mercado no descartan que el Banco Central de la República Argentina (BCRA), con el eventual apoyo de los fondos provistos por el Tesoro estadounidense, deba volver a aplicar una estrategia de venta de dólares y posiblemente de suba de tasas de interés en las licitaciones de deuda a corto plazo (Lecaps/Boncaps) para absorber liquidez de pesos y desincentivar la dolarización. La licitación de deuda de este miércoles se presenta como un examen crucial sobre la disposición de las autoridades a volver a un esquema de tasas más altas para contener la presión.
Condicionamiento Político vs. Estabilidad Macroeconómica
La trascendencia de la advertencia de Trump radica en que la asistencia financiera, que estaba siendo utilizada para fortalecer las reservas del BCRA y dar “cintura” cambiaria, ahora parece estar supeditada a un alineamiento ideológico y electoral. Esto añade una capa de volatilidad al mercado, que ya está sensible ante las elecciones legislativas inminentes. El mensaje del Gobierno argentino, a través de sus voceros, intentó mitigar el impacto, aclarando que el condicionamiento apunta a una posible “vuelta al populismo” en las elecciones presidenciales de 2027, más que a los comicios legislativos actuales.
No obstante, el mercado se ha movido en base a la interpretación más restrictiva, asumiendo un riesgo inmediato. La situación subraya que, a pesar de los avances en el saneamiento macroeconómico y la desinflación, la economía argentina sigue siendo altamente dependiente de la confianza externa y del respaldo geopolítico, especialmente en un contexto de bandas de flotación cambiaria que permiten una mayor volatilidad.
El escenario exige a las autoridades económicas un manejo quirúrgico de las expectativas, ya que la especulación sobre la “mano invisible” del Tesoro de EE.UU. actuará como el principal factor de control o descontrol hasta que el resultado electoral clarifique el panorama político y, con ello, la continuidad del apoyo exterior. La clave se centrará en si la liquidez inyectada será suficiente para evitar que el dólar vuelva a testear los límites superiores del régimen cambiario.





