GOBIERNO OFICIALIZA REFORMA LABORAL: SALARIO DINÁMICO Y CONVENIOS POR EMPRESA EN EL CENTRO DEL DEBATE PRESUPUESTARIO 2026
El Gobierno nacional ha puesto en el centro del debate legislativo del Presupuesto 2026 un ambicioso proyecto de reforma laboral, cuyos pilares incluyen la introducción de un “salario dinámico” atado a la productividad individual y la promoción de convenios colectivos por empresa. El anuncio, realizado por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, marca una clara intención del Ejecutivo de flexibilizar el mercado laboral y modificar la matriz de negociación colectiva, un movimiento que promete ser el epicentro de la disputa política en los próximos meses.
La propuesta gubernamental se articula sobre la premisa de que, con la estabilización macroeconómica y la desaceleración inflacionaria, la dinámica de las paritarias debe mutar. Según el secretario Cordero, la negociación ya no debería enfocarse en “correr detrás de la inflación”, sino en generar incrementos salariales por mérito y desempeño superior. Este “salario dinámico” busca establecer un diferencial por productividad que supere los pisos fijados por los convenios, incentivando a los empleadores a premiar a los trabajadores destacados y, consecuentemente, elevar el rendimiento general.
Este nuevo esquema salarial se complementa con la intención de reducir el poder de los convenios sectoriales y potenciar la negociación a nivel de empresa. La figura de convenios por empresa permitiría a cada firma adaptar las condiciones laborales y salariales a su realidad económica y productiva particular, lo que, desde la óptica oficial, fomentaría la competitividad y la creación de empleo al reflejar mejor las especificidades de cada sector y región. Esta descentralización de la negociación es vista por expertos como un cambio profundo en el modelo sindical argentino.
Otro punto crucial de la reforma es la eliminación o atenuación de multas e intereses gravosos que recaen sobre las empresas en casos de contratación informal o irregular. Cordero argumentó que estas sanciones actúan como una barrera para la formalización, y que su reducción busca un desarrollo que, a largo plazo, lleve a la conclusión de la informalidad laboral. Si bien se reconoce que este es solo un “comienzo”, la medida ha generado fuertes críticas desde la oposición y los sectores gremiales, que ven en ello un desincentivo a la registración.
De acuerdo a informes del Ministerio de Economía, la esperanza del Ejecutivo es que la flexibilización y el foco en el mérito atraigan inversiones y mejoren la productividad, elementos clave para sostener la estabilidad económica. No obstante, bloques opositores y centrales sindicales han expresado su preocupación, advirtiendo que la reforma podría erosionar los derechos laborales adquiridos, reducir el poder adquisitivo de los salarios básicos y precarizar el empleo bajo el pretexto de la eficiencia.
El debate de la reforma laboral, que se trataría como parte de un capítulo del Presupuesto o en una futura “Ley Bases II” tras las próximas elecciones legislativas, augura una intensa disputa en el Congreso. La implementación del salario dinámico y los convenios por empresa representa un giro ideológico sustancial respecto al modelo laboral tradicional argentino, lo que requerirá del Gobierno una delicada negociación con los bloques dialoguistas para evitar un nuevo fracaso legislativo y garantizar un marco que, según el Ejecutivo, es indispensable para el crecimiento económico proyectado en el Presupuesto 2026.





