Un incidente de seguridad de alto impacto ha sacudido a la Fórmula 1, luego de que la escudería Alpine denunciara la intrusión de dos personas en su fábrica de Viry-Châtillon, Francia, durante la noche del lunes. La violación de las instalaciones, que incluyó el forzamiento de una ventana y varias puertas de oficinas directivas, ha desencadenado una investigación formal por parte de la fiscalía de Évry, que no descarta la hipótesis de un espionaje industrial dada la naturaleza selectiva del ingreso.
El suceso se reportó horas después de la finalización del Gran Premio de Brasil y se produce en un momento de gran sensibilidad tecnológica para el equipo francés. Según reportes del diario Le Parisien, los individuos ingresaron por un lateral y subieron directamente al primer piso, donde se ubican las oficinas de la dirección del equipo. Fuentes policiales indicaron que las puertas forzadas sugieren que “los intrusos registraron y revisaron el lugar”, a pesar de que la visita habría durado tan solo unos minutos.
Lo que incrementa las sospechas de un sabotaje o espionaje es el hecho de que, tras la revisión inicial, no se constató la ausencia de objetos de valor o materiales físicos robados. Tanto una voz cercana a Alpine como una fuente policial confirmaron a medios franceses que “no se ha sustraído ningún objeto, documento o material”. Este hallazgo orienta la investigación, remitida a la división de delincuencia territorial (DCT), hacia la búsqueda de un objetivo ligado a la obtención de información sensible o propiedad intelectual.
La presunta violación de la seguridad ocurre en un momento crucial para Alpine, que transita un año traumático en la pista, ocupando el último lugar en el campeonato de constructores. El equipo ha enfocado gran parte de sus recursos y esperanzas en la próxima temporada 2026, que introducirá un cambio radical en el reglamento técnico, incluyendo la modificación de las unidades de potencia. Este enfoque en el futuro monoplaza eleva drásticamente el valor de cualquier información confidencial.
De hecho, las especulaciones dentro del paddock sugieren que el A526, el monoplaza diseñado para 2026, podría ser significativamente más competitivo. El propio piloto argentino Franco Colapinto, ratificado por el equipo, se mostró optimista sobre las mejoras, señalando que el auto presenta “soluciones comparado con los problemas que estamos teniendo este año”. Esta expectativa de un salto cualitativo proporciona un móvil claro para que equipos rivales o actores externos busquen obtener una ventaja indebida a través del espionaje.
La intervención de la Policía técnica y científica en la fábrica es ahora crucial para identificar el objetivo real de los intrusos, mediante el análisis de cámaras de seguridad y cualquier rastro forense. Este incidente marca un punto de inflexión en la temporada, llevando la batalla de la Fórmula 1 fuera de los circuitos y al terreno de la ciberguerra industrial, subrayando la extrema competitividad y el secretismo que rodea al desarrollo tecnológico en la categoría.





