Un insólito y alarmante caso médico ha generado conmoción en la provincia de Corrientes, poniendo en evidencia la complejidad de algunas enfermedades parasitarias. Una niña de tan solo 10 años ingresó al Hospital Pediátrico “Juan Pablo II” de la capital correntina debido a un intenso dolor de ojo, lo que derivó en un diagnóstico inesperado: tras una serie de estudios, los médicos descubrieron que la menor tenía múltiples larvas en su cabeza, una condición que obligó a una inmediata intervención quirúrgica.
El cuadro clínico inicial de la paciente, que provenía de la localidad de Goya, se manifestó con un dolor agudo en el ojo derecho, acompañado de una notoria hinchazón en la zona. El equipo de oftalmología del Hospital Pediátrico comenzó a indagar la causa, pero ante la falta de respuesta a los tratamientos convencionales y la persistencia de los síntomas, se solicitó una interconsulta con el área de infectología y neurocirugía. La clave del diagnóstico se obtuvo tras realizar una tomografía computada (TC).
Las imágenes de la TC fueron reveladoras, mostrando la presencia de múltiples cuerpos extraños móviles bajo el cuero cabelludo de la niña, que fueron identificados como larvas de mosca. Este tipo de infestación parasitaria, conocida médicamente como miasis, es una patología infrecuente pero potencialmente grave, que ocurre cuando larvas de ciertas especies de moscas se alimentan del tejido vivo o muerto de un huésped mamífero. El dolor ocular era, de hecho, un síntoma indirecto de la migración parasitaria.
Expertos en infectología consultados señalaron que, si bien la miasis suele afectar heridas abiertas o tejidos necróticos, los casos que involucran el cuero cabelludo y el área cercana al cráneo revisten una mayor urgencia debido al riesgo de infección secundaria o la posible migración a zonas intracraneales, lo cual podría generar daño neurológico irreversible. El equipo médico actuó con celeridad para evitar complicaciones mayores, dado que la niña ya había experimentado una perforación parcial del hueso temporal.
La menor fue sometida a una exitosa cirugía en la que se logró la extracción completa de las larvas, identificadas como pertenecientes a la especie Dermatobia hominis (comúnmente conocida como mosca del gusano barrenador). Tras la operación, la niña mostró una evolución favorable, pero el caso ha generado una alerta epidemiológica en la zona, especialmente en Goya, donde se buscará determinar si existen otros casos o condiciones ambientales que favorezcan la propagación de este parásito, usualmente relacionado con la falta de saneamiento y la exposición a vectores.
El caso de la niña correntina, más allá de la exitosa resolución médica, subraya la importancia de la detección temprana y el diagnóstico diferencial en cuadros atípicos, y sirve como un recordatorio de los desafíos de salud pública que persisten en ciertas regiones. Las autoridades sanitarias provinciales han emitido comunicados de prevención, enfocándose en la higiene y el control de plagas, mientras la paciente se recupera satisfactoriamente y avanza hacia el alta médica, dejando atrás la dolorosa e inusual experiencia.





